Con cierta frecuencia la música de algunos compositores es la música de otros compositores. La de Sergio Berlioz, en cambio, es auténticamente la música de Sergio Berlioz, con sus influencias -sí- pero también con la posesión inherente de sus propias preocupaciones y de su personalidad. Su obra creativa suele ser incisiva, tenaz, religiosa en su intimidad, y altamente expresiva. Al mismo tiempo, su música da testimonio de un control absoluto sobre la materia prima, en donde nada escapa y nada sobra, justo como la vida. Su música es así, son fragmentos de vida.
Eduardo Soto Millán, compositor y crítico musical del semanario Proceso


lunes, 21 de mayo de 2007

Entrevista con el Mtro. Berlioz

Nos acercamos al maestro Berlioz, a fin de que nos de algunas impresiones sobre las obras presentadas con la Orquesta Sinfónica de Puebla y de su obra compositiva. 

1) En este concierto se estrena una obra suya. ¿Podría darnos una introducción a ésta?
En realidad este programa se integra de cinco obras que son cinco fragmentos de la música incidental de Peer Gynt de Grieg y la suite Karelia de Sibelius, en la primera parte, y la segunda parte del programa es de mi autoría e incluye dos arias para soprano y orquesta que son estreno y finalmente mi poema sinfónico “Toledo, la ciudad de las generaciones”, que fue originalmente comisionada por la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Puebla, y que se estrenó aquí en la ciudad de Puebla en Diciembre del 2003. Entonces estas dos arias para soprano y orquesta son dos grandes momentos en que la voz de la soprano se expande para con la orquesta sinfónica. Y la orquesta sinfónica es una ampliación de todo lo que hace la soprano. En el primer caso la primera aria es “Toda historia es nuestra” con texto de León Felipe.   “Que no hagan cayo las cosas/ ni en el alma ni en el cuerpo” dice el principio del texto y al final “no cantemos la vida de un solo pueblo/ ni la flor de un solo huerto/ que sean todos los pueblos/ y todos los huertos nuestros”. Cuando se dice esas palabras es emocionante. Cuando se canta es más, pero la orquesta lo amplía más para crear un efecto descomunal, gigantesco, hablando de una música que abraza todo. Finalmente la segunda aria de este programa “Canto del cielo y la oscuridad” es de la extraordinaria poetiza mexicana Maria Baranda.  Una poetiza contemporánea de primera línea, de gran fuerza, de gran lirismo, épica,  tiene todo lo que un poeta podría desear. Es su poesía de una fuerza, insisto, telúrica y está tomado del libro “Los Memoriosos”. Este libro lo descubrí hace 4 años y le he puesto música a varios textos de ella y  ella está muy contenta de que estoy realizando. Cosa curiosa, el día de hoy, 17 de mayo, ella viene aquí a Puebla. No la conozco. Son 4 años de epistolario, de llamadas telefónicas, de correos electrónicos, y hasta el día de hoy viene el encuentro en persona. Que me resulta muy emocionante ponerle música a estas palabras vibrantes que hablan de la tierra, de himnos de la luz y de la noche, de olas, de abismos y es un aria sumamente exigente para la soprano y para la orquesta con numerosísimos cambios de tempo, dinámica, texturas, tonalidades  que la hecho la pieza mas difícil de todo el programa y finalmente “Toledo”, que repito, ya se estrenó hace tres años aquí y que habla de la expulsión de los judíos de España por los reyes católicos en 1492, y habla de toda esta épica del exilio que está presente en una obra, que remonta sus sonoridades al medioevo .Es lo que hemos logrado hacer en esto. 

2) En una ocasión pasada tuvimos oportunidad de oir obras de cámara suyas con la cellista Mónica del Aguila y el pianista Francesco Fabris. De ellas usted afirmó que le gustaba ser reiterativo, que le gustaba el empleo constante del ostinato. ¿No implica esto cierta afinidad con los compositores minimalistas? 
El minimalismo es algo que podía convocarse, pero estar repitiendo una cosa no quiere decir que sea minimalista. El minimalismo es absolutamente una idea que se repite completa y que pequeñas variaciones van moviéndola en el tiempo y en el espacio. Philip Glass y Steve Reich son los ejemplos clásicos, pero no. Mi música es obsesiva. Un ostinato no es minimalismo. Cuando se repite una secuencia varias veces no lo hace a uno minimalista. Es una obstinación, es una obsesión, porque soy una persona con esas características  y mi música es un reflejo de lo que yo soy.

3) Usted también declaró emplear una técnica de composición consonante, manteniendo una posición intermedia entre la música atonal y la tonal. ¿Por qué esta posición frente a otras corrientes estéticas consideradas más duras?
Las corrientes estéticas son corrientes y la gente con poca personalidad, sin camino definido se sube al tren de los otros. Yo durante años hice música de vanguardia. Estaba muy bien portado en esas escuelas atonales y experimentales en que al público se le trata como conejillo de indias. A mi no me interesa ya  Compongo exactamente lo que yo quiero escuchar y pertenezca o no a una corriente, no me interesa. Creo que ningún compositor coherente consigo mismo pertenece a alguna corriente. Esas formas de agrupar a las gentes por manadas es algo que me causa terror. 

4) En el panorama nacional de la música de concierto se presentan infinidad de propuestas diferentes. Es muy complejo. Lo mismo que el panorama en otras partes del mundo. ¿Cómo ve este panorama tan complejo de la música en nuestro país
Es una tendencia normal. Antes la gente se suscribía a una corriente porque era todavía la herencia de los gremios, de los panaderos, de los sastres, entonces el gremio de los músicos se metía en una estética que pertenecía a un grupo. A medida que el concepto de individuo se ha ido acrecentando, pues  la idea de pertenecer a un grupo se diluye, y sin embargo, le insisto, que a la gente le gusta pertenecer a un grupo. Le da miedo separase de las corrientes de los demás. Es todavía una forma de convivencia de manada tribal que yo no quiero pertenecer. No por querer ser separatista, simplemente yo hago lo que yo necesito. 

5) ¿Cómo afecta la labor de director su composición? ¿Es lo mismo un compositor que nunca se planta frente a una orquesta que otro que dirige?
Dirijo poco. Desgraciadamente tengo pocos conciertos como director. Muchas veces otras personas estrenan mi música. Pero la experiencia de dirigir mi propia obra, es lo que me ha dado la oportunidad de corregir, de afianzar, de ver las necesidades de los músicos. No hay que olvidar que durante 20 años participé en coros y orquestas. En diferentes modalidades. Sobretodo yo  tocando la viola, y naturalmente, numerosos conciertos como director. Eso ayuda a la diferencia del típico compositor que está tocando el piano, que no tiene contacto con otros músicos y que su música muchas veces, adolece de una integración a las necesidades del ejecutante y a veces, está muy lejano a lo que es el ejecutante, pero yo creo que he ejercido la música no solamente tocándola, sino hablando de ella en numerosas conferencias y clases en cientos de artículos. De alguna forma tengo una cultura integral musical y extra-musical que me permite escribir exactamente lo que necesito y sabiendo las necesidades técnicas, expresivas y humanas de los ejecutantes.

Fuente: periodicodigital.com.mx